jueves, 29 de abril de 2010

Las mejores fotos del Barcelona-Inter

   A continuación se adjunta un enlace con las mejores fotos del FC Barcelona y el Inter de Milán en el que el Barcelona cayó eliminado de la competición
Las fotos (haz clic en el enlace)

miércoles, 28 de abril de 2010

Proposiciones subordinadas adverbiales

El adverbio y la subordinación adverbial.
Nuestro asesor la visitará próximamente.
                                          Adv. CCT
Nuestro asesor la visitará cuando usted quiera.
                                          P. Sub. Adv. CCT
Proposiciones subordinadas adverbiales.
Son las que funcionan como adverbios y complementan a los verbos de la misma forma que ellos.

Clases de subordinadas adverbiales
Circunstanciales.
Expresan las circunstancias del verbo que ya conocemos y equivalen a los CC de lugar, tiempo y modo.
Otras.
Expresan otras circunstancias que no pueden expresarse con adverbios: comparativas, causales, finales, concesivas, condicionales.

Subordinadas adverbiales de lugar.
Mis amigos me esperan donde quedamos siempre.
                                     PP P.S.Adv. CCL

Indican lugar.
Van introducidas por enlaces como donde, por donde, en donde, adonde...

Subordinadas adverbiales de modo.
El anciano subía la escalera como si no pudiera más.
                                              PP P.S.Adv. CCM

Indican modo, manera o forma.
Van con enlaces como según, como, conforme a...

Subordinadas adverbiales de tiempo.
Saldremos de casa antes de que salga el sol.
                              PP P.S.Adv CCT

Indican tiempo.
Llevan enlaces como antes, cuando, mientras, después...

lunes, 26 de abril de 2010

Homenaje a Juan Antonio Samaranch

   Por Jacques Rogge
   El Marqués de Samaranch fue una figura destacada cuyo nombre es conocido en el mundo entero. No sería exagerado decir que, gracias la visibilidad que dio a los Juegos Olímpicos y al Movimiento Olímpico -sin la cual los Juegos no serían lo que son- consiguió modernizar el Movimiento y salvar los Juegos Olímpicos. Y, al hacerlo, su nombre quedó permanentemente asociado con el Comité Olímpico Internacional.
   Me di cuenta de los lazos que unían al presidente Samaranch con la institución que había dirigido durante 21 años cuando asumí la presidencia. No en pocas ocasiones, incluso dos o tres años después de mi elección, algunos mandatarios o representantes con los que me reuní reconocían mi cara, la relacionaban con el COI, pero luego se dirigían a mí llamándome Sr. Samaranch, algo que siempre me hizo reír.
   Su carisma era tal que, para algunos, el hombre y la institución eran indisociables. Cada vez que viajaba, el presidente de honor inspiraba un gran amor y respeto tanto por su persona como por la institución que con tanta inteligencia había dirigido.
   Conocí a Juan Antonio Samaranch hace más de 25 años, cuando visitó el Comité Olímpico Belga, pero mi primera verdadera reunión con él fue el día de mi elección como presidente de los Comités Olímpicos Europeos en octubre de 1989. Poco después, coincidí con él en una visita voraginosa a los nuevos estados emergentes de la antigua Unión Soviética que, evidentemente, habían creado nuevos comités olímpicos nacionales. Mientras prestábamos nuestra ayuda a estas nuevas naciones, entablamos una sólida relación basada en el respeto y la confianza.
   Por mi parte, el respeto y la confianza que me inspiraba fueron acrecentándose a lo largo de todos estos años en los que pude ser testigo de su pasión y devoción por el Olimpismo, sus excepcionales conocimientos sobre deporte y la energía con la que afrontaba cada nuevo día.
   El presidente Samaranch fue el arquitecto de los Juegos Olímpicos de la era moderna. El fortalecimiento y la unidad del Movimiento Olímpico son obra de su visión y talento excepcionales, y sus enormes logros dejarán un legado que perdurará durante muchos años.
   Entre muchas otras cosas, a Samaranch se le recordará por haber defendido la representación femenina en el COI (él mismo supervisó la entrada de las primeras mujeres miembros del COI en los años ochenta), por haber logrado la abolición del amateurismo en los Juegos Olímpicos, por haber mejorado la calidad de los Juegos y aumentado el número de países participantes a pesar del boicoteo de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, y por haber mejorado la salud financiera del Movimiento Olímpico.
   A Samaranch también se le debe la creación del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), la mayor participación de los atletas en la toma de decisiones del COI, gracias al establecimiento de la comisión de atletas, y la construcción del Museo Olímpico de Lausana.
   Pero, además de todos estos logros y de ser una persona pública, Samaranch era también un hombre discreto. Algunos le describieron como una persona parca en palabras, pero yo, que realicé muchos viajes de trabajo con él, no comparto esta opinión. Siempre se caracterizó por su amabilidad y calidez.
   El Samaranch que la gente no conoce es aquel que, estuviera donde estuviera, tenía la entrañable costumbre de comprar postales y sellos para mandárselas a sus nietos desde los lugares más remotos.
   Yo he perdido a un mentor y a un amigo; el mundo ha perdido a un hombre realmente maravilloso.

domingo, 25 de abril de 2010

Recital poético de Miguel Hernández

   El pasado viernes día 23 hubo una serie de actos en el instituto por ser el día del libro. Uno de estos actos fue un recital poético de varios poemas de Miguel Hernández, como rememoración del centenario de su nacimiento. Cuando entré en la sala de usos múltiples, pensé que iba a ser un cachondeo, una manera de pasar el tiempo y de pasar vergüenza ajena. Sin embargo, cuando ya se recitó el primer poema, ya vi que me equivocaba, porque el respeto era total, con un silencio absoluto.
   Iban pasando los poemas, y yo me iba emocionando más, me sentía parte de ellos, parte de los sentimientos del autor. En estos momentos mi frustración iba en aumento, no porque se estuviesen recitando mal, sino porque veía que era una oportunidad perdida. En esos momentos me veía como el que recitaba los poemas, pero de repente despertaba y veía que no era yo. La serenidad y calidad de las personas que los recitaron eran perfectas, hacían que la gente de alrededor se sintiera por un momento como el propio Miguel Hernández. Desde aquí me gustaría enviarles mis más sinceras felicitaciones por el trabajo y esfuerzo realizados para lograr conmover a los oyentes con esos versos.
   Asímismo, desde aquí  también quiero dar muestras de mi arrepentimiento por no haber salido y mi promesa de que en el futuro seré yo quien esté en el lugar de Dani, Alicia y Carmen.

viernes, 23 de abril de 2010

José Luis Ferris

España (Alicante, 1960)
   Escritor, poeta y ensayista español, José Luis Ferris es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y Doctor en Literatura Española por la Universidad de Alicante.
   Como poeta ha publicado Piélago (1985), Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana 1986, Cetro de cal (1985) accésit del Premio Adonais 1984, Niebla firme (1989) y Poemas del agua y de la noche (2010). Es autor de los relatos infantiles La isla de Tododelrevés (2007), Las palabras del agua (2008), Gacela de amor y nieve (2008), Mi primer libro sobre Miguel Hernández (2010) y Miguel Hernández. Pastor de sueños (2010).
   Con su primera novela, Bajarás al reino de la tierra, obtuvo el Premio Azorín 1999. En 2000 publica El amor y la nada y en 2010 El sueño de Whitman, Premio Málaga de Novela 2009.
   Es autor de tres biografías destacadas: Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta (2002, 2010), Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana 2003, Maruja Mallo. La gran transgresora del 27 (2004) y Carmen Conde. Vida, pasión y verso de una escritora olvidada (2007).
   Ha publicado numerosos artículos sobre literatura en varios periódicos y revistas españoles. En la actualidad dedica su tiempo tanto a la creación literaria como a la docencia en la Universidad Miguel Hernández.

jueves, 22 de abril de 2010

Cercanías Alicante-Orihuela

   A continuación se adjuntan dos enlaces hacia la página web de renfe donde se pueden ver los horarios del tren el mismo día 27, el de la excursión (primero entrar en horarios, luego hay que ponerlo en los parámetros que se dan  pero no conlleva dificultad) y su recorrido con sus correspondientes paradas.
Horarios (haz clic en el enlace)
Planos (haz clic en el enlace)

Vocabulario poemas Miguel Hernández III

Relente.
(Del fr. relent, de reler, del lat. regelāre, helar).
1. m. Humedad que en noches serenas se nota en la atmósfera.
2. m. coloq. Sorna, frescura.
Escarcha.
(De or. inc.).
1. f. Rocío de la noche congelado.
Escarchar.
1. tr. Preparar confituras de modo que el azúcar cristalice en lo exterior como si fuese escarcha.
2. tr. Preparar una bebida alcohólica haciendo que el azúcar cristalice en una rama de anís introducida en la botella.
3. tr. En la alfarería del barro blanco, desleír la arcilla en el agua.
4. tr. Salpicar una superficie de partículas de talco o de otra sustancia brillante que imite la escarcha.
5. tr. ant. Rizar, encrespar.
6. intr. impers. Congelarse el rocío que cae en las noches frías.
Alondra.
(Del lat. alaudŭla, dim. de alauda, voz de or. celta).
1. f. Pájaro de 15 a 20 cm de largo, de cola ahorquillada, con cabeza y dorso de color pardo terroso y vientre blanco sucio. Es abundante en toda España, anida en los campos de cereales y come insectos y granos. Se la suele cazar con espejuelo.
Porvenir.
1. m. Suceso o tiempo futuro.
2. m. Situación futura en la vida de una persona, de una empresa, etc.
Jilguero.
(De silguero).
1. m. Pájaro muy común en España, que mide 12 cm de longitud desde lo alto de la cabeza hasta la extremidad de la cola, y 23 cm de envergadura. Tiene el pico cónico y delgado, plumaje pardo por el lomo, blanco con una mancha roja en la cara, otra negra en lo alto de la cabeza, un collar blanco bastante ancho, y negras con puntas blancas las plumas de las alas y cola, teñidas las primeras de amarillo en su parte media. Es uno de los pájaros más llamativos de Europa. Se domestica fácilmente, canta bien, y puede cruzarse con el canario.
Cernir.
1. tr. cerner.
2. tr. Ec. Batir un terreno para registrarlo.
Cernido.
(Del part. de cerner).
1. m. Acción de cerner.
2. m. Cosa cernida, y principalmente harina cernida para hacer el pan.
Cerner.
(Del lat. cernĕre, separar).
1. tr. Separar con el cedazo la harina del salvado, o cualquier otra materia reducida a polvo, de suerte que lo más grueso quede sobre la tela, y lo sutil caiga al sitio destinado para recogerlo.
2. tr. Atalayar, observar, examinar.
3. tr. Depurar, afinar los pensamientos y las acciones.
4. intr. impers. Llover suave y menudo.
5. intr. Dicho de la vid, del olivo, del trigo y de otras plantas: Dejar caer el polen de la flor.
6. prnl. Andar o menearse moviendo el cuerpo a uno y otro lado, como quien cierne.
7. prnl. Dicho de un ave: Mover sus alas, manteniéndose en el aire sin apartarse del sitio en que está.
8. prnl. Dicho de un mal: Amenazar de cerca.
Azahar.
(Del ár. hisp. azzahár, y este del ár. clás. zahr, flores).
1. m. Flor blanca, y por antonom., la del naranjo, limonero y cidro.

miércoles, 21 de abril de 2010

Vocanulario poemas Miguel Hernández II

Yunto, ta.
(Del lat. iunctus).
1. adj. junto. Ir yuntos los surcos
2. f. Par de bueyes, mulas u otros animales que sirven en la labor del campo o en los acarreos.
3. f. yugada (espacio de tierra arada en un día).
4. f. coloq. Arg., Cuba y Ur. Pareja de personas, de aves o de otras cosas.
5. f. P. Rico y Ven. gemelo (del puño de la camisa).
6. adv. m. De manera que los surcos estén juntos. Arar yunto
Yuntero.
1. m. Labrador que utiliza una pareja de animales o yunta.
Onírico, ca.
(Del gr. ὄνειρος, ensueño).
1. adj. Perteneciente o relativo a los sueños.
Baldío, a.
(De balda2).
1. adj. Dicho de la tierra: Que no está labrada ni adehesada. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de un terreno de particulares: Que huelga, que no se labra.
3. adj. Vano, sin motivo ni fundamento.
4. adj. Vagabundo, perdido, sin ocupación ni oficio.
5. adj. Col. Dicho de un terreno: Del dominio eminente del Estado, susceptible de apropiación privada, mediante ocupación acompañada del trabajo, o de la adquisición de bonos del Estado.
6. m. Am. solar (porción de terreno).
Denotar.
(Del lat. denotāre).
1. tr. Indicar, anunciar, significar.
2. tr. Ling. Dicho de una palabra o de una expresión: Significar objetivamente. Se opone a connotar.
Connotar.
(De con- y notar).
1. tr. Ling. Dicho de una palabra: Conllevar, además de su significado propio o específico, otro de tipo expresivo o apelativo.

martes, 20 de abril de 2010

Para la libertad (Miguel Hernández)



Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado que retoño
aún tengo la vida.

Elegía a Ramón Sijé (Miguel Hernández)




(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha
muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien
tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

( 10 de enero de 1936)

lunes, 19 de abril de 2010

viernes, 16 de abril de 2010

Vocabulario poemas Miguel Hernández I

Era.
(Del lat. arĕa).
1. f. Espacio de tierra limpia y firme, algunas veces empedrado, donde se trillan las mieses.
2. f. Cuadro pequeño de tierra destinado al cultivo de flores u hortalizas.
3. f. Constr. Suelo apisonado y preparado para majar el yeso, hacer las mezclas o arreglar sobre él los solados.
4. f. Ingen. Sitio llano cerca de las minas, donde se machacan y limpian los minerales.
alzar, o levantar, de ~s.
1. locs. verbs. Acabar de recoger en el agosto los granos que había en ellas.
2. locs. verbs. Mudarse de un lugar.
Ufano, na.
(Quizá del gót. ufjô, abundancia, exceso; cf. prov. ufana, jactancia, cat. ufana, lozanía, frondosidad).
1. adj. Arrogante, presuntuoso, engreído.
2. adj. Satisfecho, alegre, contento.
3. adj. Que procede con resolución y desembarazo en la ejecución de algo.
4. adj. Dicho de una planta: lozana.
Galano, na.
(De galán).
1. adj. Bien adornado.
2. adj. Dispuesto con buen gusto e intención de agradar.
3. adj. Que viste bien, con aseo, compostura y primor.
4. adj. Dicho de una producción del ingenio: Elegante y gallarda. Discurso, estilo galano Comparación galana
5. adj. Zam. y C. Rica. Dicho de una planta: Lozana, hermosa.
6. adj. Cuba. Dicho de una res: De pelo de varios colores.
7. f. Sal. Flor de la margarita.
Gallardo, da.
(Del fr. gaillard).
1. adj. Desembarazado, airoso y galán.
2. adj. Bizarro, valiente.
3. adj. Dicho de lo que corresponde al ánimo: Grande, excelente. Gallardo pensamiento Gallardo poeta
4. f. Especie de danza, muy airosa, de la escuela española.
5. f. Tañido de esta danza.
6. f. Impr. Carácter de letra menor que el breviario y mayor que la glosilla.
Estío.
(Del lat. aestīvum [tempus]).
1. m. Estación del año que astronómicamente principia en el solsticio de verano y termina en el equinoccio de otoño.
Barraca.
(Del cat. barraca).
1. f. Caseta o albergue construido toscamente y con materiales ligeros.
2. f. En las huertas de Valencia y Murcia, casa de labor, hecha de adobes y con tejado de cañas a dos vertientes muy inclinadas.
3. f. Am. Edificio en que se depositan cueros, lanas, maderas, cereales u otros efectos destinados al comercio.
~ de feria.
1. f. Construcción provisional desmontable, que se destina a espectáculos, diversiones, etc., en las fiestas populares.
Áureo, a.
(Del lat. aurĕus).
1. adj. De oro. U. m. en leng. poét.
2. adj. Parecido al oro o dorado. U. m. en leng. poét.
3. m. Moneda de oro que corría en tiempo del rey Fernando III el Santo.
4. m. Moneda de oro, y especialmente la acuñada por los emperadores romanos.
5. m. Peso de cuatro escrúpulos, que se usaba en farmacia.
Rastrojo.(De restojo).
1. m. Residuo de las cañas de la mies, que queda en la tierra después de segar.
2. m. El campo después de segada la mies y antes de recibir nueva labor.
3. m. C. Rica y Ven. Terreno pequeño de cultivo abandonado y cubierto de maleza.
4. m. pl. Residuos que quedan de algo.
sacar a alguien de los ~s.
1. loc. verb. coloq. Sacarle de estado bajo o humilde.
Amapola.
(De ababol).
1. f. Planta anual de la familia de las Papaveráceas, con flores rojas por lo común y semilla negruzca. Frecuentemente nace en los sembrados y los infesta. Es sudorífica y algo calmante.
2. f. Flor de esta planta.
3. f. Nombre de varias plantas americanas de diversas familias, semejantes en algún aspecto a la amapola común.

Elegía

La Elegía es un subgénero de la poesía lírica que designa por lo general a todo poema de lamento, aunque en su origen no era necesariamente así, como demuestran las elegías de los poetas griegos arcaicos. La actitud elegíaca consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el tiempo, un ser querido y un largo etcétera. La elegía funeral (también llamada endecha o planto, en la Edad Media) adopta la forma de un poema de duelo por la muerte de un personaje público o un ser querido, y no ha de confundirse con el epitafio o epicedio, que son inscripciones ingeniosas y lapidarias que se inscribían en los monumentos funerarios, más emparentados con el epigrama, otro género lírico.
En la literatura en lengua española destacan como elegías:
- Coplas por la muerte de su padre (Jorge Manrique).
- Platero y yo (Juan Ramón Jiménez)
- Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (Federico García Lorca).
- «Elegía a Ramón Sijé» (Miguel Hernández, incluida en su libro El rayo que no cesa.).
- Elegía ininterrumpida (Octavio Paz).
- Rusticatio Mexicana (Rafael Landívar).
- Réquiem por Mariela (Diego de Santis).
- Requiem (Humberto Díaz-Casanueva)
- Algo sobre la muerte del mayor Sabines (Jaime Sabines)
Destaca en la literatura ecuatoriana el llamado "Boletín y Elegía de las Mitas" del cuencano César Dávila Andrade, verdadera joya de denuncia y dolor ante el tormento del indígena en estas instituciones.
En la literatura clásica destacan como autores de elegías:
Griegos
- Solón de Atenas
- Teognis de Mégara
- Mimnermo de Colofón
- Calino de Éfeso
- Tirteo de Esparta
- Semónides de Amorgos
- Jenófanes de Colofón
Latinos
- Tibulo
- Ovidio
- Propercio

martes, 13 de abril de 2010

Miguel Hernández

Reseña bibliográfica
Poeta español nacido en Orihuela, Alicante, en 1910. Hijo de campesinos, desempeñó entre otros oficios, el de pastor de cabras. Guiado por su amigo Ramón Sijé, se inició en la poesía desde los veinte años; publicó su primer libro «Perito en lunas» en 1933 y posteriormente, los sonetos agrupados en «El rayo que no cesa», marcaron la experiencia amorosa del poeta. Durante la guerra civil militó muy activamente en el bando republicano como Comisario de Cultura, siendo encarcelado y condenado a muerte al terminar el conflicto. Antes de morir, enfermo y detenido, publica su última obra, «Cancionero y romancero de ausencias».
Falleció en 1942.
Miguel Hernández virtual (haz clic en el enlace)

lunes, 12 de abril de 2010

Pablo Neruda

Reseña biográfica
Poeta chileno nacido en Parral en 1904.
Huérfano de madre desde muy pequeño, su infancia transcurrió en Temuco donde realizó sus primeros estudios.Aunque su nombre real fue Neftalí Reyes Basoalto, desde 1917 adoptó el seudónimo de Pablo Neruda como su verdadero nombre. Escritor, diplomático, político, Premio Nobel de Literatura, Premio Lenin de la Paz y Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oxford, está considerado como uno de los grandes poetas del siglo XX.
Militó en el partido comunista chileno apoyando en forma muy decidida a Salvador Allende.
De su obra poética, se destacan títulos como «Crepusculario», «Veinte poemas de amor y una canción desesperada», «Residencia en la tierra», «Tercera residencia», «Canto general», «Los versos del capitán», «Odas elementales», «Extravagario», «Memorial de Isla Negra» y «Confieso que he vivido».

domingo, 11 de abril de 2010

Poema número 14

De la obra "20 poemas de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda.

Poema XIV

Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.

A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte como eras entonces, cuando aún no existías.

De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.

Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo

Tú estás aquí. Ah tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.

Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.

Cuánto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.

Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.