martes, 30 de marzo de 2010

Leitmotiv (según la RAE)

(Voz al., der. de leiten, guiar, dirigir, y Motiv, motivo).
1. m. Tema musical dominante y recurrente en una composición.
2. m. Motivo central o asunto que se repite, especialmente de una obra literaria o cinematográfica.


Resolución examen 25 de Marzo

   Aquí se coloca la corrección del examen de gramática del pasado 25 de Marzo para que se puedan corregir los errores y hacer la consecuente corrección.
Resolución del examen (haz clic en el enlace)

lunes, 29 de marzo de 2010

Nuestro Delibes. Mi Delibes

   Artículo del Diario Información del pasado 25 de marzo en el que nuestra profesora de literatura Mar Langa nos habla sobre el gran Miguel Delibes.
(Extracto exacto del periódico)
   La muerte de Miguel Delibes lo ha convertido en el escritor español más importante del siglo XX, o en uno de los tres mejores, o en uno de los diez... que más da. El autor no parecía inquietarse por el lugar que ocupaba en esas listas.
POR MAR LANGA PIZARRO
   Me gustaría pensar que cuando se publique este artículo usted habrá desempolvado algún libro de Delibes (1920-2010), tras recibir el caudal de reseñas, declaraciones y valoraciones. Por arte y gracia de su defunción, como señalaba en este diario Ángel L. Prieto de Paula, lo hemos convertido en el escritor español más importante del siglo XX, o en uno de los tres mejores, o en uno de los diezÉ qué más da. Al contrario que otros miembros de su generación, Delibes no parecía inquietarse por su lugar en esas listas, siempre interpretables, siempre ficticias.
   El pasado fin de semana, un amigo que reconocía haber disfrutado con Diario de un cazador y El hereje, calificaba a Delibes de "asesino de animales castellanos", "triste, aburrido, sólo escribió novelas que ya estaban pasadas de moda cuando las imaginó". Se burlaba de la prosa usada por el autor, imitándola sarcásticamente con esta frase: "sopla el viento del moro entre las cepas, anida la perdiz roja en los ribazos y empata el Sevilla C. de F. con el Deportivo de La Coruña". Habrán comprendido que ese amigo es un lector empedernido, posee una capacidad crítica nada desdeñable, y hace gala de un fino sentido del humor. Por ello, su frase integra muchas de las particularidades de nuestro escritor: su pasión por la palabra justa, su conocimiento del mundo rural, sus más queridas aficiones.
   Me vi obligada a responderle que, aunque Delibes solo hubiera escrito Cinco horas con Mario y El hereje, ya merecería estar en los manuales. Añade a estas credenciales su honestidad, su interesante evolución, el continuo pacto con su público, su solvencia para incorporar novedades formales sin desentenderse del argumento, la exactitud austera de sus palabras, y la lucidez para juzgarse sin piedad (nadie ha criticado con más saña que él La sombra del ciprés es alargada, premiada con el Nadal en 1947).
   Quienes cursamos COU (el equivalente al actual Segundo de Bachillerato) conocimos su narrativa por una lectura que, desde las primeras páginas, pasó de "obligatoria" a deleitosa: Cinco horas con Mario (1966). Como recordarán, durante el velatorio de su marido, Carmen lee pasajes de La Biblia y se enzarza en un apasionante monólogo lleno de leitmotiv. Gracias a su verborrea, esa mujer conservadora y católica nos muestra sus insatisfacciones, sus aspiracionesÉ y las grietas apenas perceptibles de su existencia. Tras las quejas reiteradas, aparece la figura de Mario, un intelectual comprometido que ejerce como catedrático de instituto, periodista y escritor. La historia de ambos es un camino plagado de silencios y desencuentros, una metáfora de dos modos de entender la realidad, de dos opciones vitales y políticas. Podría detenerme en comentar su adscripción al realismo social, renovado con continuos saltos temporales, repeticiones, ampliaciones, discurso libre de conciencia... Optaré por la fidelidad a la estudiante que era entonces: ignoro si percibí todo eso y, desde luego, no fue lo que me interesó de la novela.
   Delibes me sedujo por su capacidad para perfilar personajes sin el sustento de un narrador; y por la falta de maniqueísmo. Al cerrar el libro, me sentí claramente partidaria de Mario, ese hombre valiente al que "le había tocado en suerte" aquella esposa pacata y banal. Días después, no dejaba de reprocharle al marido su egocentrismo, su incapacidad ya no para hacer feliz a la mujer con la que se había comprometido, sino incluso para tenerla en consideración. Pocas novelas me han conducido a una dicotomía semejante. Y muy pocas lo han hecho con tal sutileza. La adaptación teatral se mantuvo muchos años en cartel, y se llevaron al cine El camino, Mi idolatrado hijo Sisí, El príncipe destronado (La guerra de papá, que tanto me divirtió en mi infancia), El tesoro, La sombra del ciprés es alargada, Las ratas, Diario de un jubilado y las magníficas Los santos inocentes y El disputado voto del señor Cayo. La prosa de Delibes posee concisión, hondura, descripciones detalladas, diálogos cuidados, humor inteligente; ingredientes muy atractivos para las adaptaciones. Además de las obras citadas, puede que usted recuerde Diario de un cazador (1955, Premio Nacional de Literatura), Siestas con viento sur (1957, Premio Fastenrath), La hoja roja (1959, Premio Juan March), "Las ratas" (1962, Premio de la Crítica), Las guerras de nuestros antepasados (1975), Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983), 377A, Madera de héroe (1987), Señora de rojo sobre fondo gris (1991).
   Me conmovió especialmente su novela histórica El hereje (1998, Premio Nacional de Narrativa). La publicó tres años después de que hubiera anunciado su retirada de la literatura. Afortunadamente, no cumplió. El hereje narra el proceso inquisitorial contra un grupo reformista en el Valladolid de Carlos I. Una vez más, el autor consigue convertir en héroes a los perdedores, retratar con fidelidad una época, abogar por la libertad y por la separación entre Estado e Iglesia, mostrar las luchas internas que acechan a los seres humanos. Todo ello, con un lenguaje sin fisuras, y una trama sin trampas.
   Postulado para el Nobel en diversas ocasiones, Delibes logró los mayores galardones españoles: el Premio Príncipe de Asturias 1982, el Nacional de las Letras 1991, el Cervantes 1993 Además, se negó a participar en aquellos que le ofrecieron bajo mano, a pesar de su atractiva remuneración. Parafraseando uno de sus títulos, lo podríamos proclamar representante de Un mundo que agoniza. Sabemos por quienes le querían que, en los últimos años, pensaba más en la muerte que en la vida. La primera ya le ha llegado. De la segunda, siempre nos quedarán sus libros. No me alargo más: vuelvan a su cita con Delibes. Que la disfruten.

sábado, 27 de marzo de 2010

Grandes relajantes

   Este vídeo está puesto para nuestra relajación tras los exámenes y para evitar las tensiones. Estos "anestésicos" estarán pronto de venta en las farmacias,  y será todo un éxito...

martes, 23 de marzo de 2010

Impotentes ante la vida

   En esta entrada del blog de Emilio podemos observar su impotencia ante los acontecimientos que etsán ocurriendo ahora mismo en su vida. Es una crítica a la sociedad, y a la vida en sí. A continuación os adjunto el enlace correspondiente para que se pueda leer esta entrada que, en mi opinión, merece estar en el periódico.
Compartimos el aire (haz clic en el enlace)

sábado, 20 de marzo de 2010

Funciones de las oraciones subordinadas sustantivas

   Las oraciones subordinadas sustantivas pueden desempeñar las mismas funciones que un SN.
FUNCIÓN DE SUJETO
   Puede funcionar como sujeto cualquiera de los tipos de oraciones sustantivas mencionadas: enunciativas, interrogativas indirectas parciales y totales:
Lo importante es que estés aquí.
Me preocupa si estará bien
No me importa dónde vas a ir.
   En esta función, pueden aparecer también oraciones subordinadas de infinitivo en construcción concertada, pero sólo como enunciativas:
Lo importante es estar aquí.
   Otro rasgo característico de las enunciativas (frente a las interrogativas) es que admiten en ocasiones un artículo el como presentador de la subordinada. Este artículo subraya el carácter sustantivo de la oración:
Me extraña el que tú digas eso.
Me alegró mucho el conocer tu mejoría.
FUNCIÓN DE COMPLEMENTO DIRECTO
   La función de CD puede ser desempeñada por cualquier clase de oración subordinada sustantiva: enunciativa, interrogativa indirecta total o parcial, sean flexionadas o no flexionadas.
Deseo que vengas a casa
Deseo ir a casa.
No sé si llegaré a tiempo-
No sé si comprarlo ya.
Explícame cómo se prepara eso - Explícame cómo preparar eso.
   A veces se suprime la conjunción que en oraciones enunciativas dependientes de verbos de voluntad y temor:
Temo se haya ofendido.
   Un problema especial es el que plantea el análisis de las citas en estilo directo, es decir aquéllas que vienen introducidas por un verbo de dicción o pensamiento y en las que se reproduce literalmente el discurso de otro hablante:
Él me dijo: "Ahora no tengo tiempo".
Entonces pensé: "Éste no quiere atenderme".
   Algunos gramáticos consideran que las citas en estilo directo no son elementos subordinados, sino que constituyen un enunciado independiente; se basan, fundamentalmente, en que mantienen su modalidad, se hallan aisladas por fuertes pausas y carecen de subordinador. Otros, en cambio, las incluyen dentro de las subordinadas sustantivas de complemento directo: frente al estilo indirecto, que sólo busca representar el sentido de lo que dijo el hablante, con el estilo directo se intenta reproducir lo que dijo y cómo lo dijo.
FUNCIÓN DE ATRIBUTO
Eso es hacer bien las cosas
Querer es poder.
   No obstante, a veces se incluyen como sustantivas de atributo oraciones subordinadas enunciativas flexionadas como las siguientes:
Luis está que trina.
La cosa está que arde.
   En realidad, se trata más bien de subordinadas consecutivas intensivas que, al no aparecer ni el cuantificador ni la unidad encarecida -núcleo del atributo-, equivalen ellas mismas a atributos:
Luis está (tan enfadado) que trina.
La cosa está (tan tensa) que arde.
   Por otro lado, en enunciados como
El problema es que todo cuesta muy caro,
la posición de los elementos puede inducir fácilmente a error: podría dar la impresión de que el problema es el sujeto y que la subordinada sustantiva realiza la función de atributo. Pero tal análisis es claramente incorrecto. El atributo, que en este caso está antepuesto, es el SN el problema, y el sujeto es que todo cuesta muy caro, como puede comprobarse mediante la conmutación por lo. Si intentamos sustituir la subordinada por el pronombre de atributo obtendremos una oración agramatical:
* Tu problema es que todo cuesta muy caro, pero el mío no lo es;
en cambio, es perfectamente posible sustituir por lo el sintagma "el problema", lo que demuestra que es el atributo:
   El problema es que todo cuesta muy caro, pero también lo es que derrochas el dinero a manos llenas.
FUNCIÓN APOSICION
   Son subordinadas sustantivas también cierto tipo de oraciones que modifican a un SN o a un pronombre como aposición de carácter explicativo:
- Me preguntó una cosa extraña: si sabía dónde había estudiado.
- Eso, que hayas sido tú, no puedo creerlo.
FUNCIÓN DE SUPLEMENTO
   Queremos insistir en dos hechos que nunca deben olvidarse: en primer lugar, que, en una oración como
No se acuerda de que tiene mucho trabajo,
la preposición no forma parte de la subordinada sustantiva, por lo que es inadecuado (o, mejor, incorrecto) decir que la subordinada sustantiva es [de que tiene mucho trabajo], como se ve a menudo en algunas gramáticas.
   En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, no debe decirse que la oración subordinada sustantiva del ejemplo anterior desempeña la función de C. Régimen: tal función la desempeña el sintagma preposicional. La función de la subordinada sustantiva es la de término de la preposición.
   Pueden aparecer como término de la preposición en un CR tanto oraciones sustantivas enunciativas como interrogativas indirectas. Son sustituibles por un pronombre tónico, precedido como siempre por la preposición exigida por el verbo principal:
Confío en que no haya problemas - Confío en eso
Insistió en si queríamos ir con él - Insistió en eso.
No me acuerdo de[dónde lo vi] - No me acuerdo de eso.
Me alegro de haber venido - Me alegro de eso.
COMPLEMENTO INDIRECTO
   En esta función, las oraciones sustantivas, enunciativas o interrogativas indirectas, precedidas por la preposición a, constituyen un sintagma preposicional que, como todo complemento indirecto, es conmutable por le:
Le tiene miedo a (que le despidan del trabajo) Le tiene miedo a eso.
Le da importancia a([si hablan de él) Le da importancia a eso.
Le da importancia a (cómo viste) Le da importancia a eso.
Le dedica mucho tiempo a (acabar el libro) Le dedica mucho tiempo a eso
También se dan oraciones de Complemento indirecto con las de relativo sustantivas
Di la verdad a quien te pregunte
COMPLEMENTO DEL NOMBRE
   Las oraciones sustantivas, enunciativas o interrogativas indirectas, forman con la preposición un sintagma preposicional incluido en un sintagma nominal como complemento del núcleo sustantivo:
Tengo ganas de (que me toque la lotería)
Todavía tengo la duda de (si nos quedaremos a cenar)
No tengo dudas de (cuándo lo haré).
Ha perdido la esperanza de (conseguir trabajo).
   El núcleo del SN al que el modifica el S. Prep puede ser también un pronombre, como lo, esto, eso... De este modo, son análogas a las anteriores las subordinadas sustantivas que aparecen en los siguientes ejemplos:
- Aquello de (que le tocó la lotería) era mentira.
- Lo de (si nos quedábamos a cenar) lo dijo por compromiso.
- Eso de (estudiar los fines de semana) lo llevo fatal.
   Tradicionalmente han sido consideradas locuciones conjuntivas secuencias como con el fin de que, con el propósito de que, con la intención de que, por (la) causa de que, por (la) razón de que, por (el) motivo de que, (en el) caso de que, con la condición de que... Consecuentemente con ello, en oraciones complejas en las que aparecen, como, por ejemplo,
Lo dijo con el fin de que te convencieras,
Ha llegado tarde por causa de que ha llovido,
Iré con la condición de que me acompañes,
se interpretaba que con el fin de que te convencieras, por causa de que ha llovido y con la condición de que me acompañes eran oraciones subordinadas adverbiales de carácter final, causal y condicional, respectivamente.
   No obstante, la lexicalización de una expresión en locución es un proceso, y éste no se ha cumplido enteramente en estos casos. Así, se comprueba que la oración subordinada puede ser sustituida por un demostrativo o anticipada por un interrogativo:
Lo dijo con ese fin ¿Con qué fin lo dijo?
He llegado tarde por esa causa ¿Por qué causa he llegado tarde?
Iré con esa condición ¿Con -qué condición iré?
   Por tanto, resulta más conveniente analizar los enunciados citados como oraciones que contienen subordinadas sustantivas: que te convencieras, que ha llovido y que me acompañes, las cuales son término de la preposición de, con la que constituyen un sintagma preposicional en función de complemento de fin, de causa y de condición, respectivamente.
COMPLEMENTO DEL ADJETIVO
   Análogamente a como complementan a un nombre, las subordinadas sustantivas, enunciativas o interrogativas indirectas, pueden constituir con la preposición de la que son término un sintagma preposicional que complemente a un adjetivo:
Llegó confiado en (que nos encontraría)
No está seguro de (si podrá venir).
Estoy convencido de ([quién lo hizo).
Están hartos de (trabajar tanto).
COMPLEMENTO DEL ADVERBIO
   Las subordinadas sustantivas, enunciativas o interrogativas indirectas, también pueden formar parte de un sintagma preposicional que dependa de ciertos adverbios, constituyendo todo el conjunto un sintagma adverbial:
Encima de (que lo hago yo) te enfadas.
¿Qué quieres saber además de (si tengo novio)?
Mira a los dos lados antes de (cruzar la calle).
   Las secuencias encima de que, además de que, antes de que y otras como después de que, lejos de que..., han sido analizadas tradicionalmente como locuciones conjuntivas.
   No obstante, es más apropiado pensar que la lexicalización no se ha cumplido totalmente. Se trata de sintagmas adverbiales cuyo núcleo es complementado por un sintagma preposicional en el que se incluye una subordinada sustantiva, la cual, debido a su carácter nominal, puede ser sustituida por un pronombre: encima de eso, además de eso, antes de eso. Además, los adverbios tienen autonomía sintáctica con idéntico significado:
Encima te enfadas
¿Qué quieres saber además?
Mira a los dos lados antes.
COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL
   Podemos incluir aquí, como hicimos con el complemento indirecto, aquellas proposiciones de relativo sustantivado:el que, la que, los que, lo que o quien, normalmente precedido de una preposición y que desempeñan la función de un complemento circunstancial
Ha venido con quien tú más quieres
Está actuando sin lo que más necesita en este momento

viernes, 19 de marzo de 2010

San José y Día del Padre

   En esta entrada lo que me gustaría hacer es felicitarme a mí mismo y a ti también José Luis. ¡FELICIDADES!De paso, adjunto este vídeo por ser también el día del padre, que nos invita a la reflexión sobre el papel de los padres en nuestras vidas. Felicidades a todos los padres del mundo, y, en especial, al mío.

martes, 16 de marzo de 2010

Examen día 18 de marzo

A continuación se facilitan los contenidos que pueden ser preguntados. Ahora solo queda estudiar. ¡Suerte!
UNIDAD-3
La novela realista (Págs. 56 - 57 - 58).
Ciencia y filosofía en la segunda mitad del siglo XIX.
Realismo - Naturalismo.
Realismo.
Naturalismo.
Benito Pérez Galdós.
Leopoldo Alas, Clarín.
La Regenta.
UNIDAD 4 - La literatura de fin de siglo (I)
El Modernismo
Características del Modernismo.
Rubén Darío.
Antonio Machado.
Retrato.
Leonor Izquierdo.
Guiomar.
Leonor Izquierdo y Guiomar.
Juan Ramón Jiménez.
ANEXOS
Comentario de textos - Doña Perfecta.
Comentario de textos - "La vida en Vetusta".
El comentario de textos literarios.
Recursos expresivos:
Anáfora
Elipsis - Asíndeton
Sinestesia
Personificación
Metáfora

lunes, 15 de marzo de 2010

Miguel Delibes por Mar Langa

   En esta entrada lo que se cuelga es un artículo de nuestra profesora de literatura Mar Langa, la cual el pasado sábado dedicó unas palabras al Diario Informacïón de Alicante en las que hablaba sobre Miguel Delibes, el autor fallecido recientemente. Aquí están para que se puedan difundir. La verdad es que están muy bien expresadas por lo poco que pudo decir. Dice mucho con poco.
   Para la crítica literaria, experta en narrativa y catedrática del IES Figueras Pacheco de Alicante Mar Langa Delibes es "uno de los escritores que sacó a la literatura de posguerra de la estrechez moral" con la capacidad de "mantener la preocupación por la palabra justa" pasando "del realismo a la experimentalidad sin desconectar con su público".

domingo, 14 de marzo de 2010

Miguel Delibes

   Este fin de semana ha ocurrido uno de los actos que más tristeza han podido crear en el seno de la literatura española española. Ha Fallecido un gran autor, un autor que ha dejado marca en esta sociedad, con grandes libros como El camino. En esta entrada pretendo hacerle un homenjae con este vídeo que sirve de obituario. Descanse en paz.

Ruben Darío

   En esta entrada se adjunta un enlace hacia una página web donde se repasa todo lo relacionado con este autor, Rubén Darío.
Rubén Darío (haz clic en el enlace)

sábado, 13 de marzo de 2010

Jueves 11 de Marzo

   Con esta entrada se pretende hacer un homenaje a las víctimas del 11M, el atentado más grave sucedido en España. Esta es una canción de La oreja de Van Gogh, llamada Jueves, en la que se homenajea a las víctimas de dicho atentado.

Juan Ramón Jiménez

   Como ya se hizo con los autores anteriores, la información sobre Juan Ramón Jiménez la podréis encontrar en un enlace hacia una página web en la cual se puede ver todo lo que se quiera saber sobre Juan Ramón Jiménez.
Página web de Juan Ramón Jiménez (haz clic en el enlace)

viernes, 12 de marzo de 2010

Modernismo literario

El surgimiento de una estética nueva:
   A fines del siglo XIX, dos escuelas literarias reemplazan al Romanticismo y representan tendencias opuestas: el Realismo y el Naturalismo en la novela y en el teatro, y el Modernismo en la poesía.
   El Modernismo es una escuela literaria de gran renovación estética. El canto de los poetas modernistas constituye la primera expresión de autonomía literaria de los países hispanoamericanos.
   El Modernismo se desarrolla entre los años 1880-1914. Esta escuela busca separarse de la burguesía y su materialismo, por medio de un arte refinado y estetizante.
   Con respecto al lenguaje, el Modernismo reacciona contra el retorcismo, el descuido formal del Romanticismo y la “vulgaridad” del Realismo y del Naturalismo. Se nutre básicamente de dos movimientos líricos surgidos en Francia, en la segunda mitad del siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.
Parnasianismo y Simbolismo:
   El Parnasianismo es una escuela literaria que adhiere al “arte por al arte”. Según esta tendencia artística encabezada por Theóphile Gaurier, se desarrollaba una poesía de una confección perfecta, separada de la realidad, y que reaccionaba contra los poetas sociales y el hombre burgués. Los escritores buscaban la perfección a través de una poesía descriptiva, basada principalmente en la temática grecolatina.
   El Simbolismo es una corriente literaria subjetiva, que concibe el mundo como una trama misteriosa que presenta correspondencias entre los objetos que lo forman.
   Para sus representantes, la misión del poeta es sugerir esas alianzas por las que un objeto evoca a otro, con un lenguaje imaginativo lleno de símbolos (figura del discurso que representa un objeto abstracto mediante la mención de un objeto concreto, ej.: el cisne, símbolo de los modernistas, significa la belleza).
   Los simbolistas dan al verso efectos musicales y aportan nuevas métricas que conjugan el ritmo, el color y la plasticidad.
   Influido por las elaboraciones plásticas de los parnasianos y por las visiones musicales de los simbolistas, el Modernismo realiza su original trabajo artístico con la palabra buscando “la armonía verbal” del verso.
Desarrollo del Modernismo:
   En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos: Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en la prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español. Culminación: En 1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían realizado grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile, Argentina y España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo como movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América como en España. En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica. v Continuación: La segunda generación modernista. Consagrado Rubén Darío como jefe de la escuela del Modernismo, cuando ya los iniciadores habían muerto prematuramente, los escritores de esta segunda generación continuarían la obra con sus aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo Lugones, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, y Julio Herrera y Reissig.
Las etapas:
   De acuerdo con su temática y, a través de ella, y la manera en que el artista “mira” el mundo, se diferencian dos etapas en el desarrollo del Modernismo:
   Etapa Preciosista: Predominan los temas exóticos y símbolos de la antigüedad. El arte no ejerce un compromiso con la realidad sino que se relaciona con una estética de evasión, se eligen los paisajes versallescos y las innovaciones de la poesía francesa. Está representada por Prosas Profanas.
   Etapa Mundonovista: Se valorizan las raíces hispánicas de América y aparece el interés por los temas sociales y políticos de la época. Está representada por el Darío de Cantos de vida y esperanza, por Santos Chocano y el Lugones de Odas seculares.
Características del Modernismo:
   Se pueden establecer los siguientes rasgos del Modernismo:
  - Amplia libertad creadora.
  - Sentido aristocrático del arte. Rechazo de la vulgaridad.
  - Perfección formal.
  - Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está por encima de la realidad cotidiana ¨ Actitud abierta hacia todo lo nuevo.
  - Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura hacia la pintura, la música, la escultura).
  - Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos. Se constituyen como temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad Media, etc.
  -Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las impresiones que causan las cosas y no las cosas mismas).
  - Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos gastados por el uso; inclusión de vocablos musicales y de uso poco frecuente; simplificación de la sintaxis; aprovechamiento de las imágenes visuales; etc.
  - Renovación de la versificación: se le dio flexibilidad al soneto. Se prefirieron la versificación irregular, el verso libre y la libertad estrófica, que dio a la silva variedades desconocidas.
Significado del Modernismo:
   “Modernismo” es la palabra tomada de los simbolistas y elegida por Darío para designar la fructífera tendencia.
   Se ha dicho que el Modernismo representa la inquietud de una época: el final del siglo XIX, el cambio histórico que se refleja en el arte, la religión. Pero el Modernismo literario, más allá de ese contexto cierto, aportará un cambio definitivo en el manejo expresivo del idioma.
   Se ha señalado que el Modernismo concreta el sueño de los escritores románticos: diseñar un lenguaje típicamente latinoamericano, reconocido por los mismos españoles.
  A veces defendido y otras combatido, el Modernismo es la base sobre la que se desarrollará la literatura hispanoamericana del siglo XIX.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La cesura y el hemistiquio

   Se denomina cesura a la pausa interna en un verso. Hemistiquio es cada una de las partes que separa la cesura. Con frecuencia la cesura se marca con signos de puntuación. La cesura está íntimamente relacionada al ritmo de los versos y se usa normalmente en versos de arte mayor (versos de nueve o más sílabas), pero también se puede encontrar en versos de arte menor, como veremos más abajo en el ejemplo de Espronceda. Como elemento primordialmente rítmico, la cesura tiene también aplicación en la prosa.
   La fuerza de la cesura puede llegar a impedir la sinalefa; así sucedía, por ejemplo en el antiguo romancero, cuyos versos de dieciséis sílabas con cesura entre las sílabas ocho y nueve (con dos hemistiquios de ocho sílabas) ha llegado a representarse como versos de ocho sílabas con rima asonante en los versos pares, también se explica de este modo el frecuente encabalgamiento en los versos impares:

Irme quiero a tornar moro allende la morería;
cristiano que allá pasare yo le quitaré la vida.
--No lo hagas, compañero no lo hagas por tu vida;
de tres hermanas que tengo darte he yo la más garrida,

Irme quiero a tornar moro
allende la morería;
cristiano que allá pasare
yo le quitaré la vida.

--No lo hagas, compañero
no lo hagas por tu vida;
de tres hermanas que tengo
darte he yo la más garrida,

   El valor rítmico de la cesura, al dividir claramente el verso en dos hemistiquios, se percibe también en versos de menos sílabas como en el siguiente ejemplo de los versos dodecasílabos de Rubén Darío en su poema “Era un aire suave”:

Era un aire suave, de pausados giros;
el hada Harmonía ritmaba sus vuelos;
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos de los violoncelos.

   En otros casos, especialmente en versos de arte menor (de ocho sílabas o menos), la cesura puede depende de la interpretación rítmica. En el siguiente ejemplo de José de Espronceda (“Canción del pirata”), los versos de cuatro sílabas pueden leerse con o sin cesura.

Veinte presas
hemos hecho
a des__pecho
del in__glés,[...]

martes, 9 de marzo de 2010

Análisis sintácico de oraciones compuestas II

   Se adjunta un vídeo sobre cómo realizar un análisis sintáctico de oraciones compuestas. La calidad no es muy buena, pero está bien.

lunes, 8 de marzo de 2010

Recital espectacular de Miguel Ángel

Proposiciones subordinadas adjetivas sin nexo

Como hemos podido comprobar a lo largo de nuestro aprendizaje de las proposiciones subordinadas adjetivas, pudimos ver que éstas vienen precedidas por un nexo. Sin embargo, hay un tipo de adjetivas que se unen de forma directa, sin nexo, que se unen directamente al antecedente al que se refieren. En estas proposiciones, el núcleo suele estar en forma no personal (participio o gerundio).
La entrevista realizada por el joven periodista fue todo un éxito.
Arturo Pérez-Reverte, aparentando tranquilidad, formuló las preguntas al alcalde.
Estas proposiciones pueden sustituirse por otras que vienen introducidas por un nexo relativo.
La entrevista que fue realizada por el joven periodista fue todo un éxito.
Arturo Pérez-Reverte, que aparentaba tranquilidad, formuló las preguntas al alcalde.

sábado, 6 de marzo de 2010

Sustantivación de adjetivas

   Las proposiciones subordinadas adjetivas se refieren siempre a un adjetivo. En ocasiones, el antecedente del relativo de las proposiciones subordinadas adjetivas desaparece del enunciado. Si esto sucede, la subordinada deja de funcionar como un adjetivo y adopta el valor de sustantivo. Por esta razón, se consideran, funcionalmente proposiciones subordinadas sustantivas, y si se tiene en cuenta la construcción original, proposiciones adjetivas sustantivadas.
   Este tipo de proposiciones subordinadas se construyen usualmente con los nexos que (acompañado de un artículo), quien, cuanto, como, donde…
   Los hombres que olvidan sus principios fracasan. Los que olvidan sus principios fracasan.
   La persona que lo dijo mintió. Quien lo dijo mintió.
   Todo el dinero que ofrezca será aceptado. Cuanto ofrezca será aceptado.
   Hay que tener en cuenta que a pesar de funcionar como sustantivas, el nexo sigue teniendo doble función.

jueves, 4 de marzo de 2010

Concurso escolar "Miguel Hernández"

   En este enlace se coloca el enlace donde están las bases del concurso online sobre Miguel Hernández.
   Concurso Miguel Hernández (haz clic sobre el enlace)

miércoles, 3 de marzo de 2010

Realismo Mágico

   El realismo mágico, es una característica propia de la literatura latinoamericana de la segunda mitad de siglo XX que funde la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para reconciliarlos como para exagerar su aparente discordancia. El reto que esto supone para la noción común de la “realidad” lleva implícito un cuestionamiento de la “verdad” que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto y las palabras, y en ocasiones, la autoridad de la propia novela.
   Si bien esta tendencia a fundir lo real con lo fantástico ya existía en las obras de novelistas de todos los tiempos, principalmente en escritores como François Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las novelas del ruso Vladimir Nabokov o del alemán Günter Grass.
   Pero el realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de los años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente preciada y manipulable. Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas como Los pasos perdidos, los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, Gabriel García Márquez. Las novelas de este último, Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981) siguen siendo obras notables del género.
   Fuera del continente americano el realismo mágico ha influenciado, al decir de algunos críticos, la obra del italiano Italo Calvino y del checo Milan Kundera, así como en el inglés Salman Rushdie.

martes, 2 de marzo de 2010

Proposiciones subordinadas adjetivas II

   En esta entrada se adjunta un enlace hacia un archivo en el que se puede ver todo sobre las proposiciones subordinadas adjetivas, desde que son, a los nexos relativos, hasta los tipos de proposiciones adjetivas que hay.
   Proposiciones subordinadas adjetivas (haz clic en el enlace)
  

lunes, 1 de marzo de 2010

Resumen de "Cien años de soledad"

   Publicada en 1967, Cien años de soledad relata el origen, la evolución y la ruina de Macondo, una aldea imaginaria que había hecho su aparición en las tres novelas cortas que su autor había publicado con anterioridad. Estructurada como una saga familiar, la historia de la estirpe de los Buendía se extiende por más de cien años, y cuenta con seis generaciones para hacerlo.
   La crónica de los Buendía, que acumula una gran cantidad de episodios fantásticos, divertidos y violentos, y la de Macondo, desde su fundación hasta su fin, representan el ciclo completo de una cultura y un mundo. El clima de violencia en el que se desarrollan sus personajes es el que marca la soledad que los caracteriza, provocada más por las condiciones de vida que por las angustias existenciales del individuo.
   El realismo mágico (también llamado lo real maravilloso) hace posible que la objetividad de la vida material se vea matizada por la subjetividad de la fantasía. Lo insólito (situaciones parecidas a los cuentos de hadas, levitaciones, premoniciones, la extrasensorialidad presente) da lugar a una atmósfera mágica que atenúa la miseria social y humana, de forma que lo mágico subraya la dureza y desajuste de la realidad, la violencia que domina la vida cotidiana.
Argumento
   Dos familias, la de los Buendía y los Iguarán, han acabado por dar luz a un muchacho con cola de iguana a fuerza de casarse entre sí. Úrsula Iguarán, recién casada con José Arcadio Buendía, se niega a que el matrimonio se consume por temor a que también les nazca un hijo con cola. Ello da pie a que Prudencio Aguilar eche en cara José Arcadio su poco valor. José Arcadio acaba matándole por su provocación, pero el muerto se le aparece constantemente.
   Huyendo del fantasma del muerto, y al frente de un grupo de compañeros, José Arcadio llega a una aldea de apenas "veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río" y se queda a vivir en ella. Esta aldea se llama Macondo, mítico escenario de ésta y otras obras del autor. El único contacto que sus habitantes tienen con el exterior lo constituyen las periódicas visitas de unos gitanos capitaneados por un tal Melquíades, que, además de conocer el sánscrito, introducen en Macondo el hielo y el imán.
   El libro se inicia, precisamente cuando Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía, hijo de José Arcadio, recuerda aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Así comienza el libro, pero no la historia, que abarca, en realidad, cuatrocientos años y nos informa acerca de innumerables antepasados de José Arcadio y de su esposa Úrsula, revelando en su construcción, como gran parte de la narrativa hispanoamericana del momento, la influencia de Faulkner: su acción no avanza de manera cronológica, sino a brincos, por flashes que nos permiten conocer fragmentos de ella y sólo luego, al final, proporcionamos una visión global.
Gabriel García Márquez
   El suceso más antiguo relatado en la obra ocurre en 1573, en una casa de Riohacha asaltada por Francis Drake. Después del asalto del inglés, una antepasada de Úrsula, casada con un aragonés trasplantado a Colombia, se asusta tanto que comienza a sufrir pesadillas protagonizadas por el pirata penetrando con sus perros por las ventanas del dormitorio. Para ahuyentar las pesadillas, el matrimonio se traslade a una ranchería del interior, donde conocen a los Buendía, unos criollos cultivadores de tabaco.
   Un tataranieto del criollo se casa con una tataranieta del aragonés, y a partir de entonces las familias no dejarán de mezclar su sangre a lo largo de los tres siglos siguientes, hasta llegar a los ya citados José Arcadio y Úrsula, que tienen tres hijos: José Arcadio, Aureliano y Amaranta. El viejo José Arcadio muere loco de tanto estudiar, atado a un árbol del patio, y tras su muerte cae lluvia de flores. No es éste el único momento mágico de la novela.
   José Arcadio hijo se casa con Rebeca, una prima lejana, por lo que su madre, encolerizada por que teme que puedan tener hijos con cola de iguana, la echa de casa. Cuando José Arcadio aparece muerto, Rebeca se encierra en la casa donde vivirá con Arcadio, un hijo bastardo que José Arcadio ha tenido con Pilar Ternera, una mujer del pueblo que también le ha dado un hijo (José Aureliano) a su hermano Aureliano.
   Antes de morir fusilado por liberal, este Arcadio tendrá tres hijos con Santa Sofía de la Piedad: Remedios, José Arcadio Segundo y su gemelo Aureliano Segundo. A Remedios, que es muy bonita pero no brilla por su inteligencia, le pasa lo mismo que a su tía abuela Amaranta: los hombres que a ella le gustan no la quieren, y los que la quieren no le gustan. Cuando muere, después de habérsele muerto todos los novios, sube al cielo.
   Respecto a Aureliano, se casó con una hermosa niña llamada también Remedios, la cual muere de un mal embarazo antes de cumplir un año. Aureliano organiza un ejército del que se nombra coronel y se marcha a luchar contra los conservadores. En el transcurso de veinte años participará en treinta y dos guerras civiles, que perderá indefectiblemente debido a la tristeza que le embarga, por lo que al final, cansado, firma la paz y regresa a Macondo, donde pasa el tiempo confeccionando pescaditos de oro, lo mismo que hacía antes de casarse, que luego deshace como Penélope hacía con su tela. Ello no le impide tener diecisiete hijos, uno de los cuales, llamado también Aureliano, será quien lleve el tren a Macondo.
   Aureliano Segundo se enamora de Fernanda, una mujer muy hermosa, reina de Madagascar, emparentada con los Duques de Alba, que aparece en Macondo durante el carnaval. A pesar de que ignora donde vive, Aureliano Segundo sale en su busca, la encuentra, se casan y viven felices en la casa de Úrsula, a pesar de que el matrimonio corre peligro de naufragar porque Aureliano mantiene relaciones extraconyugales con Petra Cocer; pero como ésta les abastece de ganado, Fernanda acepta el hecho sin pestañear. El matrimonio tiene tres hijos: Meme, José Arcadio Tercero (al que la vieja Ursula manda a estudiar a Roma para que llegue a ser Papa), y Amaranta Úrsula.
   José Arcadio Segundo es nombrado capataz de una compañía platanera dirigida por extranjeros, e interviene en una huelga con tres mil compañeros que morirán ametrallados en la plaza de la estación de Macondo. Único superviviente de la matanza, hasta la muerte de su hermano gemelo vivirá encerrado en una habitación donde se encuentran varias docenas de bacinillas.
   Comienza a llover, una lluvia que ha de durar cuatro años, y cuando deja de hacerlo el ganado proporcionado por Petra ha muerto y la casa se ha reblandecido. Lo poco que aún queda de ella lo derriba Aureliano Segundo buscando la hipotética fortuna de la vieja Úrsula. Los únicos a quienes el temporal no ha afectado son Aureliano Babilonia, bastardo de Meme, y Amaranta Úrsula, la hija menor de Fernanda. Al poco tiempo, muere Amaranta, que ha hecho un pacto con la muerte durante un concierto de Meme; después muere Rebeca y después Arcadio Segundo. El mismo día, su madre, tal como le había prometido, degüella a su gemelo, para evitar que le entierren vivo.
   En la casa sólo quedan Aureliano Babilonia, el bastardo de Meme, al que Fernanda, avergonzada, ha ocultado, y Fernanda, que pasa el tiempo escribiendo a sus hijos todas las fantasías que se le ocurren. Sintiendo próxima la muerte, se viste de reina y muere con toda dignidad, tras haber escrito unas memorias que lega al estudiante de papa, que vuelve meses después a Macondo sin haber aprobado los estudios. Éste encuentra la fortuna de Úrsula y la gasta con un grupo de chiquillos, pero un día se enfada, los azota y los echa de la casa. Después de una supuesta reconciliación, los chiquillos lo ahogan en la bañera durante una de sus fiestas.
   Aureliano Babilonia, que lee cuanto cae en sus manos, queda solo en la casa con Amaranta Úrsula, abandonada por su marido, un belga que sueña con el correo aéreo y que, aunque va a todos lados atado por un hilo de seda a la muñeca de su mujer, la deja para ir en busca de un avión perdido. Al quedar solos, Aureliano Babilonia y Amaranta Úrsula, que ignoran su parentesco, se enamoran y tienen un hijo, que nace con la consabida cola. Amaranta muere de una hemorragia y Aureliano se emborracha y es recogido en la calle por una antigua amante.
   Cuando regresa por la mañana a su casa, las hormigas se han comido al niño. Al final, un ciclón se lleva la casa por los aires, mientras Aureliano lee en unos pergaminos del gitano Melquíades la historia de la familia y la profecía de que no durará más que el tiempo de su lectura: "antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra".
   Macondo quiere ser sin duda un espejo de la realidad de cuanto ocurre no solamente en Colombia, sino en toda Sudamérica, que ha vivido en su soledad, aislada del resto del mundo, con el que sólo ha mantenido esporádicos contactos (los gitanos de Melquíades, que la conquistan a base de maravillas perfectamente comparables con los abalorios y chucherías de que siempre se sirvieron misioneros y conquistadores), pero todo esto tendría escaso valor si no contara con su extraordinaria fabulación, con toda esa magia que se confunde de continuo con la realidad, dando lugar a un mundo mítico creado mediante un lenguaje de gran fuerza expresiva.