miércoles, 25 de noviembre de 2009

Mariano José de Larra

DATOS BIOGRÁFICOS
   Mariano José de Larra nació en Madrid, el 24 de marzo de 1809, en la popular calle de Segovia, edificio de la antigua Casa de la Moneda y uno de los barrios más castizos del Madrid de la época.
   Hijo de Don Mariano de Larra y Langelot, médico afrancesado, y de Doña Maria de los Dolores Sánchez de Castro. La familia Larra se traslada a Francia siguiendo las filas de José Bonaparte y sirviendo el padre de Fígaro como médico castrense en el hospital de Burdeos.
   Tras los incipientes estudios del joven Larra en Francia, nuestro autor debe acoplarse a las exigencias de una nueva lengua y a unas enseñanzas que no eran en verdad idénticas a las del país vecino. Larra inicia, a los nueve años, sus estudios en España, incidiendo en su formación esta intransigencia social.
   Un nuevo periplo de centros docentes protagonizan los primeros estudios de Larra: permanencia en Las Escuelas Pìas de Madrid; interno en un colegio de Corella (Navarra) durante los años 1822-1823; nuevo regreso a Madrid -1824- ingresando en el Colegio Imperial de los jesuìtas y en los Reales Estudios de San Isidro. Su precocidad se manifiesta ya en estos años juveniles: traduce la Ilíada del francés -1827-, compone una Gramática castellana y escribe en verso una Geografía de España . Años más tarde, se inician tareas periodísticas con la fundación de El Duende. Su artículo " El café" , escrito a los diecinueve años.
   Tras estos inicios estudiantiles, Larra comienza los estudios universitarios en Madrid. En el año que cursaba leyes-1825-, Larra protagonizó un triste episodio, enamorándose de una bella mujer de mayor edad , la cual no debió prestar gran atención a sus deseos, cosa que no era obstáculo para que Fígaro la idealizara y la tomara como perfecto modelo de mujer. La nota triste se produce en el justo momento que descubre que era la amante de su padre. El infortunio despierta prematuramente la ingenuidad del adolescente, precipitando al autor a una temprana madurez. Tras una corta estancia en Valladolid - no finaliza sus estudios -, decide marcharse a Valencia a cursar Medicina con el mismo resultado que el anterior, pues a partir de 1827 se encuentra en Madrid haciendo tertulias literarias y componiendo y fechando una variada colección de poesías, que expresan las preocupaciones y sentimientos del novel escritor . Sin embargo, de un total de cincuenta y cinco composiciones conocidas tan sólo doce llegaron a publicarse en vida del autor. Después de estos comienzos literarios, Fígaro abandona la poesía para entregarse de nuevo a la poesía , volviendo esporádicamente al verso.
   A los veinte años de edad - agosto de 1829- decide casarse con Pepita Wetoret y Velasco, matrimonio que durará escaso tiempo, pues en 1834 Larra rompe definitivamente con su mujer. Hecho ampliamente comentado por la crítica e identificado con el artículo " El casarse pronto y mal", publicado el 30 de Noviembre de 1832 en El Pobrecito Hablador. Se ha insistido enuna incompatibilidad de carácteres que presagiabanun matrimonio nada halagüeño.
   Precisamente en el año de la ruptura había sentido una especial admiración por la cantante Grissi, se trunca prontamente .
   Bajo el telón histórico de la revolución liberal se lleva a cabo otro episodio sentimental en la vida de Larra. Esta vez se trata de Dolores Armijo, dotada de una gran belleza y casada con José Cambronero. Las relaciones debieron iniciarse hacia 1832, antes de la ruptura matrimonial definitiva, continuándose hasta los umbrales del suicidio de Larra .
   Larra fue redactor del periódico El Español . Por la correspondencia epistolar mantenida por Fígaro y sus padres se puede decir que Larra sintió la tentación de quedarse en Francia y proseguir allí su labor periodística. El éxito le avalaba los medios literarios franceses; aún así, Larra decide regresar a España. motivado no sólo por quehaceres periodísticos, sino también porque había " llegado el momento de que mipartido triunfe completamente".
   Durante su ausencia de España Mendizábal había subido al poder. En realidad, Larra se identificó con el ministerio de Mendizábal por creer que con él se podía resolver la doble crisis que atenazaba España (guerra civil- problema económico). Los juicios peyorativos que dedica a ladesafortunada desamortización de Mendizábal le acercarán paulatinamente a Istúriz. Cuando llegó éste al poder, Larra sale elgido diputado por Ávila en las elcciones de agosto de 1836; sin embargo, el Motín de la Granja dejó sin efecto las elcciones, con lo cual Fígaro nunca pudo sntarse en el Parlamento. La Gaceta, del 23 de mayo publica la anulación de dichas elecciones y anuncia la convocatoria de otras nuevas para el 24 de octubre.
   El desaliento cunde en el año de Fígaro; intenta reconciliarse con Dolores Armijo. La cita tiene lugar el 13 de febrero de 1837 en la casa de Larra, pero sólo consigue un adiós definitivo . Dolores Armijo sólo quería recuperar unas cartas tan significativas como delatoras para el resto de sus vidas, Dolores Armijo consigue su propósito. Larra decide quitarse la vida. Su hija Adela, de 6 años de edad, cuando se disponía a dar las buenas noches a su padre, encontró el cuerpo inerte de Larra .
   Su muerte aparece publicada en el periódico El Español , calificándolo, entre lágrimas de dolor, de " terrible catástrofe". En general, es destacable que la prensa del momento no dedicó gran atención al suicidio de Larra. El Castellano y El Diario de Madrid guardan un total silencio. El Patriota Liberal publica escasas lineas en tercera plana. El Eco del Comercio reseña lacónicamente el suicidio de Fígaro.
   La iglesia se vio oprimida por la corriente liberal del gobierno, que permitió por primera vez el entierro de un suicida "en sagrado"; de ahí las connotaciones políticas que envolvieron a la ceremonia. Curiosidad y efervescencia ideológica rodearon aquel cortejo fúnebre que se dirigía a las cuatro de la tarde al cementerio de Fuencarral.
TRAYECTORIA LITERARIA
   La trayectoria literaria de Larra resulta curiosa y compleja. Ello es debido a coincidir su breve vida de escritor, de 1928 a 1837, con una época de transición en la literatura universal y en España. Lo más significativo y característico de la obra de Larra es, sin lugar a dudas, su producción periodística. Se trata de un escritor que ocupa uno de los lugares más privilegiados de nuestra literatura gracias al periodismo. Por el contrario, su labor poética queda relegada a un sector minoritario. En un término medio podrían situarse las incursiones que Larra hace en el campo de la novela histórica. Podemos clasificar su producción en varios apartados: poesía, artículos, novela, teatro, traducciones y adaptaciones. Incluso alguna vez actúo como prologuista, sería el caso de su prólogo a la edición castellana de El dogma de los hombres libres. Palabras de un creyente, por M.F. Lamennais. En este corpus general su labor periodista destaca del resto; Larra es esencialmente periodista, el primero que ocupa un lugar señero en nuestra literatura de este género.
LA POESÍA EN LA OBRA DE LARRA
   La obra poética de Larra no ha merecido gran atención por parte de la crítica. Las primeras composiciones poéticas de Larra son de tono elevado y con claras influencias de las generaciones anteriores. La mayor parte de sus poemas se escribieron hasta el año 1830, sintiendo Larra especial predisposición por las odas- A la exposición primera de las artes españolas -, sonetos A una ramera que tomaba abortivos, A un mal artista que se atrevió a hacer el busto de doña Mariquita Zavala de Ortiz después de su fallecimiento, anacreónticas, letrillas, octavas...
   En el año 1830 Larra abandona el verso para perfilarse ya como periodista; sus incursiones irán esta vez al teatro y a la novela y sólo de forma esporádica a la poesía. A partir de esa fecha sus versos serán de un claro matiz intimista.
TRADUCCIONES Y ADAPTACIONES
   Una de las traducciones más conocidas de Larra fue Roberto Dillon. El católico de Irlanda, traducción del original de Víctor Durange.
   Otra traducción realizada por Larra fue la titulada Don Juan de Austria o la vocación, de Casimiro Delavigne, comedia en cinco actos y en prosa.
   Otras traducciones fueron: El arte de conspirar, de Scribe, Partir a tiempo, de Scribe, Tu amor o la muerte, de Scribe, La madrina y Siempre ambas de Scribe.
OBRAS ORIGINALES
   La primera obra que estrenó Larra fue No más mostrador, farsa cómica que intenta ridiculizar a toda persona que intenta escapar de su clase social.
   El conde Fernán González y la exención de Castilla se trata de un drama histórico en cinco actos y en verso, es una obra escrita en los años juveniles de Larra que no llegó nunca estrenarse. El drama se basa en La más hidalga hermosura, de Francisco de Rojas.
   Una de las piezas más interesantes del corpus general de su obra la constituye el drama Macías. Larra presentó su obra como todo autor , a la censura a finales del año 1833, y no se estrenó por atentar a la moral de la época. Una de las obras más importantes de Larda fue El doncel de don Enrique el Doliente.
TRAYECTORIA PERIODÍSTICA
   Larra utiliza un medio de comunicación de vital importancia –el periódico- y se sirve de un género que gozaba de un gran éxito en la época – el artículo.
   Larra comienza su labor periodística en El Duende Satírico del Día, el 26 de febrero de 1828, donde se refleja un agudo sentido crítico por las costumbres de la época.
   El Pobrecito Hablador figura como el segundo periódico de las publicaciones de Larra, se editó el 17 de agosto de 1832.
   Más tarde Larra colabora en La Revista Española en 1832, como crítico teatral.
   Su labor periodística desde las páginas de La Revista Española fue alternada por otro periódico del momento, El correo de las Damas. Sus artículos pasan revista a los acontecimientos teatrales de la semana.
   El 7 de octubre de 1834 Larra colabora en El Observador, periódico en el que sus artículos van desde la crítica teatral hasta el artículo costumbrista.
   Larra colabora con la Revista Mensajero en la que Larra utiliza el recurso epistolar para poner de manifiesto los males que afligen a España.
   En 1836 Larra empieza a escribir en el periódico El Español por el que recibe una buena cantidad a cambio de entregar dos artículos por semana.
   Larra alternó su producción periodística de El Español con trabajos esporádicos a las redacciones de El Mundo y El Redactor General. Entre sus artículos más importantes destacan: " El café", " El casarse pronto y mal", " El castellano viejo", "Vuelva usted mañana", "El sí de las niñas", " La sociedad", "La diligencia"... etc.
BIBLIOGRAFÍA SOBRE LARRA
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