El atributo en gramática es la aposición por medio de un adjetivo, que expresa cualidad de un substantivo o de un verbo substantivado o de una proposición o de un complemento. Dicha cualidad, como predicado es algo inherente al propio ser del sujeto o del objeto y no de forma meramente accidental. El atributo no cambia mientras no cambie la esencia, o el carácter de alguna forma definitorio de la realidad del sujeto al que se le atribuye dicho predicado.
Ej:
“El alma es inmortal”. “El alma inmortal de Jesús”
“Pedro es simpático”. “Pedro, simpático y valiente, murió.”
El atributo es una función con que la sintaxis es tradicional. Es un sintagma que siempre acompaña a los verbos copulativos (ser, estar, parecer, semejar y resultar en español) y que se refiere al mismo tiempo al sujeto, con el que concuerda en género y número.
Para identificarlo correctamente, hemos de saber lo siguiente:
- En ocasiones se puede sustituir por el pronombre “lo”
- A veces admiten la sustitución por el adverbio “así”.
Ej:
Juan es testarudo → Juan es así.
-Siempre va detrás del verbo.
-Es imprescindible para la oración.
En el análisis sintáctico de las oraciones copulativas, el atributo ha de ser considerado como parte del predicado (junto con el verbo copulativo y los otros complementos, si los hubiera).
El atributo puede ser un sintagma adverbial, un sintagma adjetival, un sintagma nominal, un sintagma preposicional que equivalga a un adjetivo, una oración sustantiva o una oración de relativo.
En una oración con predicado nominal, el verbo hace de cópula entre el sujeto y el atributo, entre los que se produce una relación de comparación. El verbo tiene tan poca información, que muchas veces se suprime y no se dificulta la comprensión de la frase (elipsis):
Ej.:
Jacinto, que es madrileño... → Jacinto, madrileño...
En la segunda oración, el verbo (eres) está elíptico, permaneciendo la carga semántica de la oración invariable.